18/07/2016
Apología a la ociosidad
Dr. Juan Farril
Farril J. Apología a la ociosidad. Rev Venez Cir Ortop Traumatol 1985; 1985; 19(1):75-77
Creo que el retraso en escribirnos está llegando a ser un hábito para muchos de nosotros. ¿Por qué?, ¿Es acaso porque no tenemos nada que decir?, o ¿por qué no queremos a nuestro Club? Algunas veces, por supuesto, una pequeña dilación es justificada, y podemos entender clara- mente el motivo de ella; pero estoy convencido de que la causa primordial es debida a la gran cantidad de trabajo que tenemos que desarrollar. Estamos tomando un bocado de trabajo tan grande que difícilmente podemos tragarlo. Estamos destruyendo nuestras vidas al hacer de nosotros mismos máquinas vivientes de trabajo. En este ritmo no vivimos, sólo existimos, y debemos preguntarnos ¿dedicamos el tiempo necesario a nuestros hijos y a nuestras esposas para hacer de nuestra casa un verdadero hogar?; ¿cultivamos nuestras almas?; ¿tenemos tiempo de leer un buen libro?; ¿dedicamos suficiente tiempo para escribir un pensamiento, una carta, una idea filosófica, un nuevo concepto científico nuestro?.